Con la llegada del calor se intensifica el dolor de piernas a causa de una mala circulación, este es un problema bastante común en nuestra vida. Los síntomas más frecuentes son el cansancio, pesadez, hormigueo o calambres en las piernas, incluso hay personas que no pueden permanecer mucho tiempo de pie, o debido a esta patología tienen dificultades para dormir. Uno de los signos más visibles de los problemas circulatorios son las arañas vasculares y las varices.
¿Cuáles son los fatores de riesgo que provocan los problemas circulatorios?
Existen factores de riesgo como la edad, la herencia genética, las alteraciones hormonales, los embarazos, la obesidad, llevar una vida sedentaria, el alcohol o el tabaco que provocan que las venas pierdan elasticidad y se dilaten. Enfermedades como la diabetes o la hipercolesterolemia también son factores de riesgo.
¿Cómo puedo mejorar la circulación?
Es cierto que dentro de estos factores hay algunos que no podemos controlar pero si deseas mejorar o prevenir futuros problemas circulatorios es importante que tengas un estilo de vida saludable y corrijas aquellos hábitos que impiden una buena circulación de la sangre, tanto de tus piernas, como en el resto del cuerpo.
Medidas como mantener una dieta equilibrada, que además sea baja en sal, una buena hidratación a lo largo del día, practicar ejercicio físico, así como ayudarte de complementos naturales como Covenal que en sus dos presentaciones, ampollas y viales, son muy recomendables tanto en la prevención como en la mejora de estos problemas circulatorios.
Este complemento alimenticio activa la circulación, protege, tonifica y refuerza el sistema vascular además de regular la tensión arterial. Es útil en casos de pesadez, dolor y cansancio de piernas, varices, arañas vasculares, sensación de hormigueo, calambres y otros problemas de origen circulatorio.
Es importante tener en cuenta que adoptar una única medida no va a ser suficiente a la hora de notar mejoras en esta patología. Cuidarnos es muy importante.
En nuestra mano está dejar atrás malos hábitos como el alcohol, el tabaco y otras prácticas que nos pueden llevar al sobrepeso o la obesidad. Llevando a cabo una dieta variada y saludable, evitando las grasas saturadas y teniendo controlados el colesterol y la tensión podemos ayudar también a que nuestra circulación sea mejor.
Hábitos como caminar todos los días al menos media hora, elevar las piernas, usar medias compresoras, utilizar calzado cómodo y ropa amplia pueden ayudar también a mejorar la circulación de las piernas.